El burmés es una raza antigua que tiene un origen algo impreciso. Sin embargo, se conoce su manera de llegar a Estados Unidos, pues Wong Mau, una gata traída desde Oriente. Se consideró que era una raza de variación de los siamés, pero, al intentar un cruce con un siamés puro se dieron cuenta que era una raza diferente.
A partir de ello, se realizó un programa de cría para desarrollar la raza. Posteriormente se conocieron ejemplares en Inglaterra y algunos en Europa, donde se desarrollaron diferentes colores de burmeses. Hasta 1979 logró el reconocimiento como raza original en The International Cat Association (TICA).